martes, 19 de enero de 2010

EL SENTIMIENTO NEGATIVO (Risto Mejide)

CONTRA LA COMODIDAD.
Quiero dar por culo.


Quiero dar por culo. Quiero molestar. Siento decirlo de ese modo, suena terriblemente homófobo, y te juro que nada más lejos de mi intención. Por mí, que cada uno copule con el agujero que encuentre. Yo hablo de una actitud. De un leitmotiv.
Quiero ser molesto para aquel que creo que se lo merece. Sé que eso me hace vulnerable, sé que eso me hace caduco, y también sé que esa actitud desgasta al que la profesa hasta dejarle seco. Pero me da igual. Creo que el sacrificio es necesario, y sobre todo, que vale la pena.
Me molesta tanto que alguna gente esté tan tranquila. Me molesta la gente que no se molesta ni en dejar de molestar.
Me molestan los fanáticos, los pedantes, los radicales, los intolerantes, los abusivos, los sabelotodos, los profundos, los transcendentes, los especiales, los elegidos, los superiores y los idiotas que se piensan menos idiotas que los demás.
Me molestan los apologéticos, los ácratas, los rebeldes, los antisistema por sistema, los notas, los excéntricos, los alternativos, los independientes y los que necesitan decirle al mundo constantemente lo diferentes que son.
Ellos están en su derecho a molestarme y a comportarse como les dé la gana, faltaría más. El mismo derecho me empuja a mí a incomodarles todo lo que pueda y más allá. Su libertad es mi coartada para intentar joderles hasta decir basta.
Claro que sí.
Ya, ya sé lo que están pensando algunos. Y no me sirve. No me sirve eso de que el no aprecio es el peor de los desprecios. Me parece facilón, comodón y, sobre todo, mentira.
Y es que el día que yo no moleste, dejaré de ser incómodo para ellos, y habré perdido, o lo que es peor, ellos habrán ganado, y por tanto, ratificado, confirmado y consolidado su posición.

1 comentario:

silvo dijo...

Mucha gente molesta con su actitud así que se merecen resdpuesta, un abrazo